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martes, 18 de octubre de 2011










“Universidad de la calle, dos”


Desde Argentina hasta Honduras se comparte el análisis científico que se desarrolla sobre el género artístico del grafiti, a través de una serie de estudios que se exponen en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET).




Por: Ronnie Huete


Tegucigalpa. Desde tiempos antiguos, en la historia universal del hombre, la comunicación pictórica ha trascendido el legado que grandes civilizaciones, como la romana, a heredado a la humanidad.


Las ruinas de este imperio europeo son la prueba innata de que el uso del grafiti como expresión ciudadana en las urbes de ese entonces, se remontan hasta los tiempos actuales en donde las paredes de los edificios o construcciones urbanas se convierten en el lienzo de muchos artistas urbanos anónimos.


Esta construcción pictórica contemporánea, forma parte del archivo fotográfico que cinco estudiosos del arte del grafiti, exponen en los salones del Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET).


El filólogo hondureño Miguel Barahona, la historiadora Luz Baca, los artistas Mario Castillo, Paul Martínez y desde Argentina, Nora Mamaní quien hace un análisis del discurso del grafiti mediante la exhiben el proyecto; “Las imágenes de Graffiti enunciación, narrativa y espacio”.


Lenguaje del grafiti





Este grupo artístico exhibe este proyecto investigativo como una estrategia de participación activa que transforme al mero espectador en auténtico receptor, como hace mención Mamaní en uno de los enunciados de la obra.


“Las imágenes de Graffiti enunciación, narrativa y espacio” como han titulado a este proyecto, intenta analizar desde una perspectiva científico semiótica, histórica, artística y gráfica, el discurso urbano que comunica el grafiti en Tegucigalpa.


El proyecto nace en la Universidad Nacional de Jujuy en la república de Argentina, en donde se tiene un proyecto nacional llamado la “Universidad de la calle”, el que fue coordinado, por el ya fallecido y connotado lingüista español Juan Magariños.



Los comienzos de este proyecto iniciaron hace seis años y el actual proceso que se presenta en el CCET se hace bajo el nombre de la “Universidad de la calle dos” .El filólogo hondureño, Miguel Barahona presentó el proyecto para representar a Centroamérica a través del análisis del grafiti, puesto que este arte urbano en Centroamérica es desconocido por otras naciones de la región latinoamericana.



Primer estudio





El registro fotográfico inició en enero de 2011 y según las investigaciones de los artistas se titulo “Universidad de la calle” por qué se trata de un estudio semiótico que dice que la calle, es el lugar donde se enseña a las personas que no tienen la posibilidad de asistir a la educación formal.


Los artistas arguyen que el grafiti está compuesto por un lenguaje semiótico y lingüístico, sin embargo en Honduras nunca se había hecho un estudio de este medio de comunicación, contrario a las demás naciones de Centroamérica en donde se han desarrollado estudios racionales sobre el tema.


Estos grafitis archivados fotográficamente en varias zonas y avenidas concurridas de Tegucigalpa, se analizaron desde el punto de vista amoroso, contestatario, el temático y el grafiti sin ninguna definición.


Para que sea considerado dentro de una estructura de grafiti, es necesario mantener el anonimato del autor de estas obras urbanas, puesto que el artista de este género, no tiene la mayor intención de darse a conocer.

Explosión en Honduras




A criterio de Miguel Barahona y según la investigación que realizó en este proyecto, confirma que dentro de cinco años se dará una explosión en Honduras sobre este género urbano, como respuesta a la globalización que vive la humanidad en la era actual.


Ciudades urbes internacionales como París, New york, Buenos Aíres, Sao Paolo y Londres son las que más influyen en el arte del grafiti y en el contexto centroamericano, en donde se práctica más esta expresión, es en San José, Costa Rica.


Por su parte, el artista Paul Martínez muestra el proyecto desde el punto de vista de cómo el grafiti daña a piezas escultóricas. En lo que coinciden los investigadores y artistas del proyecto “imágenes de Graffiti enunciación, narrativa y espacio” es que cierto sector de la opinión publica considera al graffiti como destructivo y ofensivo por sus mensajes que atentan contra la estética de la ciudad.


Sin embargo, la investigación científica de estos estudiosos, describe que el grafiti constituye una práctica comunicativa innegable por formar parte de la iconografía urbana y hasta afuera de la misma, por su carga de creatividad, espontaneidad y por su escritura socializada que es asimilada por numerosos grupos sociales que la consideran una forma alternativa de comunicación.


Fenómeno artístico



Una de las conclusiones que expone esta investigación , es que las características del grafiti lo convierten en un fenómeno complejo que forma parte del imaginario urbano, por lo tanto lo hace susceptible de estudios científicos no solo sociológicos sino semióticos.


“Sólo es necesario que levantemos la mirada mientras recorremos sus calles para ser inmediatamente invadidos por una serie de mensajes provenientes de carteles, vidrieras, afiches, pasamanos, publicidades, y graffiti”. Describe el contexto de la investigación.


La exposición estará abierta al público en general en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) hasta el 30 de octubre del año en curso, y próximamente se estará anunciando un video conferencia desde Argentina, en donde el público podrá ser partícipe de preguntas a la investigadora Nora Mamaní.